Encuentro con el guía y su chofer privado en el hotel para llegar de forma fácil y segura a una de las zonas más insólitas de los Castelli Romani.
Saldremos de Roma para una excursión de un día (unas 5 horas), atravesaremos un paisaje particularmente sugestivo rodeado de bosques, atravesaremos Zagarolo, un Borgho poco conocido de Italia, caracterizado por un pequeño y sugestivo centro histórico medieval, situado en la cima de una colina de toba de unos dos kilómetros. Continuaremos hacia Palestrina, un lugar sorprendente lleno de pequeños tesoros y vistas imperdibles, donde llegaremos al Palazzo Colonna Barberini, sede del Museo Arqueológico. Una evocadora visita guiada por las 16 salas del Museo, para descubrir los importantes hallazgos arqueológicos descubiertos en la zona y conocer la historia que hay detrás de los relieves, estatuas y mosaicos, algunos de especial valor como el «Mosaico del Nilo».
La riqueza de este lugar inexplorado se extiende también fuera del Museo en la espléndida zona arqueológica al aire libre donde encontraremos un lugar especial: el Santuario de Fortuna Primigenia de la época romana desde donde se puede ver un panorama único hasta el mar.
Este territorio, además de arqueología, arte y cultura, nos ofrece suaves colinas llenas de viñedos. Aquí el suelo tobáceo, resultado de la sedimentación de antiguas erupciones volcánicas, ha creado las condiciones para el cultivo de viñedos con racimos únicos que dan lugar a vinos sorprendentes.
Una visita a una bodega donde poder relajarse y disfrutar del silencio de la campiña que rodea a Roma es imprescindible. El sumiller de la bodega nos guiará a través de una cata de vinos para descubrir, sorbo a sorbo, los aromas y sabores de este territorio. Las excelentes botellas se siguen elaborando siguiendo el método clásico, en el viñedo las uvas se recogen a mano y en la bodega las botellas se siguen girando pacientemente a mano, botella tras botella, mañana y tarde.
Bajo la pérgola del antiguo viñedo de finales del siglo XIX, disfrutará de una copa de vino, acompañada de productos típicos de la zona como quesos, carnes y aceite de oliva virgen extra sobre pan fresco y crujiente.
¡Regreso a Roma y traslado de vuelta al hotel, en el camino todavía tendrá la oportunidad de preguntar la historia y curiosidades de la zona a su guía, esencial para no perder lo mejor de este día para llevar en su corazón un recuerdo único de sus vacaciones en Roma!